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Qué no hacer después de hacerte un tatuaje: Errores comunes

Para muchos, los tatuajes representan momentos importantes, ideas y creencias con un profundo significado. Sin embargo, después de salir del estudio de tatuajes, empieza la etapa más importante: el cuidado post-tatuaje. Un error durante esta fase puede arruinar el diseño y, peor aún, arriesgar la salud de tu piel. En este artículo, te explicaremos los errores más comunes que debes evitar después de hacerte un tatuaje y te daremos consejos para asegurarte de que tu nuevo tattoo luzca impecable durante mucho tiempo.

Máquina de tatuajes blanco negro

El cuidado adecuado no solo mantiene la calidad del diseño, sino que también asegura que el proceso de cicatrización sea lo más rápido y eficiente posible. La piel tatuada es una herida abierta que necesita atención especial y cuidados específicos para evitar infecciones, pérdida de color, y otros problemas que podrían aparecer si no se siguen las recomendaciones adecuadas. Si estás pensando en hacerte un tatuaje o acabas de salir del estudio, sigue leyendo para conocer todo lo que no debes hacer y cómo prevenir errores comunes.

Errores comunes después de un tatuaje y cómo evitarlos.

Error nº1: No seguir las instrucciones de cuidado del tatuador.

Cada tatuador tiene su propio método y productos recomendados para el cuidado post-tatuaje. No seguir sus indicaciones puede provocar infecciones y una curación deficiente. Por ejemplo, algunos tatuadores prefieren que dejes el vendaje inicial durante unas horas, mientras que otros pueden recomendar que lo mantengas por un día completo. Si ignoras estas recomendaciones, el área tatuada puede verse expuesta a bacterias o suciedad. Pregunta todos los detalles antes de salir del estudio y sigue al pie de la letra lo que te recomienden para mantener el tatuaje en buenas condiciones.

Además, hay productos específicos para la cicatrización de tatuajes que tu tatuador puede sugerir. Evita sustituirlos por otros que pienses que son “mejores” sin consultarlo primero. Aunque parezca lógico aplicar cremas cicatrizantes comunes, muchas de ellas contienen ingredientes que pueden alterar la pigmentación del tatuaje o dificultar la respiración de la piel.

Error nº2: Rascar o tocar constantemente la zona tatuada.

El picor es parte del proceso de curación, pero ceder a la tentación de rascarte puede dañar la piel, quitar las costras antes de tiempo y provocar cicatrices. Rascar o pellizcar el área puede hacer que la costra protectora se caiga antes de tiempo, exponiendo la piel y creando un riesgo de infección. Si sientes picazón intensa, es mejor que apliques una crema hidratante sin fragancia para calmar la molestia. Otra opción es dar pequeños toques alrededor del tatuaje, sin llegar a rascarlo, para reducir la incomodidad.

La tentación de rascarse es aún mayor durante la noche, ya que es común hacerlo inconscientemente mientras duermes. Para evitarlo, puedes cubrir la zona con un vendaje especial (consulta con tu tatuador) o usar ropa suelta de manga larga que reduzca el contacto directo. Recuerda, los primeros días son los más importantes y este esfuerzo evitará que tengas que hacerte retoques o arruinar la tinta.

Error nº3: Exponer el tatuaje al sol.

El sol es uno de los peores enemigos de un tatuaje recién hecho. Los rayos UV pueden decolorar el pigmento y dañar la piel aún en proceso de cicatrización. Protege tu tatuaje cubriéndolo con ropa ligera y transpirable o aplicando crema solar una vez que esté completamente curado, alrededor de las 4 semanas. Si es inevitable estar bajo el sol durante la fase de curación, cubre la zona con una prenda ancha para minimizar la exposición directa.

Ten en cuenta que la piel recién tatuada es extremadamente sensible, incluso después de que las costras hayan desaparecido. Aplicar protector solar en esta etapa puede causar irritación. Espera hasta que la piel esté completamente recuperada y utiliza siempre un protector solar de amplio espectro, con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más.

Error nº4: Usar ropa ajustada o materiales sintéticos.

Durante las primeras semanas, opta por ropa suelta de algodón para evitar la fricción constante sobre la zona tatuada. La ropa ajustada puede irritar la piel y provocar una acumulación de sudor, lo cual aumenta el riesgo de infecciones. Las telas sintéticas, como el nylon o el poliéster, no permiten que la piel respire adecuadamente, creando un ambiente húmedo que puede interferir con la curación. Es mejor elegir materiales como algodón o lino, que permiten que el tatuaje respire y cicatrice correctamente.

Además, si el tatuaje está en una zona de mucho movimiento, como la muñeca, el codo o el tobillo, evita el uso de accesorios o ropa que generen presión adicional en el área. La fricción continua puede hacer que las costras se desprendan antes, dejando cicatrices permanentes.

Error nº5: Sumergir el tatuaje en agua.

Aunque una ducha rápida es segura, evitar sumergir el tatuaje en piscinas, bañeras o el mar es fundamental en las primeras dos semanas. El contacto prolongado con el agua ablanda la piel y aumenta la posibilidad de que bacterias entren en el área, lo cual puede causar infecciones serias. Incluso las piscinas con cloro representan un riesgo, ya que este químico puede irritar la piel y alterar los colores del tatuaje.

Si necesitas ducharte, hazlo rápidamente y utiliza agua tibia, evitando jabones perfumados o productos agresivos. Después de la ducha, seca la zona cuidadosamente con una toalla limpia, sin frotar, y aplica una capa ligera de crema hidratante recomendada por tu tatuador.

Error nº6: Aplicar productos no recomendados.

Evita cremas con fragancias, vaselina u otros productos no específicos para tatuajes, ya que pueden obstruir los poros, dificultar la respiración de la piel y provocar infecciones o pérdida de color en el diseño. Aunque es tentador usar lociones o aceites para mantener la zona hidratada, lo mejor es seguir usando la crema recomendada por tu tatuador hasta que el tatuaje esté completamente cicatrizado.

Otra práctica común es aplicar pomadas antibacterianas, como la Neosporin, que en realidad pueden interferir con el proceso de curación del tatuaje al ser demasiado fuertes para la piel en esta etapa.

Error nº7: Realizar ejercicio intenso.

El sudor y la fricción durante las actividades físicas pueden afectar la curación. En las primeras dos semanas, trata de evitar entrenamientos intensos y, si es posible, cubre el área tatuada con un vendaje protector para reducir la humedad. Si eres deportista, puedes considerar disminuir la intensidad de tus entrenamientos o enfocarte en actividades de bajo impacto que no generen sudor excesivo.

Cuida tu tatuaje como un profesional.

El cuidado post-tatuaje es una parte esencial del proceso y puede ser la diferencia entre un tatuaje bonito y bien curado, o uno que necesite retoques caros y cause problemas de salud. Evitar errores comunes, como no seguir las indicaciones de tu tatuador, exponerte al sol, rascar la zona o usar productos no recomendados, puede asegurar que tu tattoo luzca tan bien como el primer día. No menosprecies la importancia de mantener el área limpia, hidratada y protegida durante las primeras semanas.

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